La participación de la mujer en la industria de la construcción se encuentra en un crecimiento lento pero constante. Aunque la actividad está identificada como mayoritariamente masculina, esta situación está cambiando y el sector comienza a mostrar un equilibrio en cuanto a la equidad de género, tal como en la industria agrícola.
Según fuentes de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA), se estima que entre el 3 y 4% de trabajadores que se desenvuelven en la industria son mujeres que participan en actividades que antes no eran habituales.
Es el caso de Stella Maris ‘Taty’ Cauda y María Magdalena ‘Malena’ Cauda, clientas de CASE, marca de CNH Industrial, y dos hermanas apasionadas por la actividad de la construcción y ganadería, que dirigen y ejecutan las tareas de la empresa Cauda Hermanas Servicios Agropecuarios.
Desde la ciudad santafesina de San Guillermo, hasta localidades como Rafaela, San Francisco, Ceres, Hersilia, Porteña y Altos de Chipión, en la provincia de Córdoba, las dos hermanas ofrecen servicios agropecuarios y, junto a un equipo de trabajadores de confianza, se ocupan de la realización de movimientos de suelos en general, como levante para tambos, corrales, callejones, la confección y limpieza de fosas, alcantarillados, canalizaciones, entre otras tareas, en todo el radio de la zona rural.
“Estamos en el negocio hace 24 años. Empezamos en el año 1997 junto a nuestro padre, Hugo Cauda, hasta su fallecimiento en el año 2006. A partir de allí, continuamos nosotras con la dirigencia de la empresa. El proyecto comenzó con el retiro voluntario de nuestro padre del Nuevo Banco de Santa Fe para volcarse a una nueva aspiración en un rubro donde aún no estaba siendo explotado, pero que a él le gustaba mucho”, explicó ‘Taty’ sobre los comienzos de la compañía, y agregó: “lo que más nos apasiona de este rubro es la imprevisibilidad del trabajo, que no existe la rutina, no todos los días se realizan las mismas tareas y siempre conoces nueva gente y nuevos clientes. La ventaja de ser una empresa familiar es que nos conocemos y nos entendemos sin hablar. La forma de trabajo diferencia nuestra empresa familiar de otra, donde todos tiramos para el mismo lado y el bien general es la idea en conjunto”.
Más de dos décadas de confianza
Desde sus inicios en el año 1997 al día de hoy, la empresa adquirió cinco retroexcavadoras CASE. Actualmente para desempeñar los trabajos de movimientos de suelo, la empresa cuenta con una retroexcavadora 580L del año 2005, la cual tiene un importante valor para las hermanas debido a que fue adquirida por su padre en sus comienzos, y una retroexcavadora 580N, obtenida en el año 2015. “La ventaja de utilizar las máquinas CASE es que son equipos fuertes, nobles, confiables, y además tenemos una muy buena relación con Grumaq, el dealer que nos las provee”.
Para finalizar, y consultada sobre su rol como mujer vinculada al sector de la construcción, ‘Taty’ nos cuenta que “en los comienzos de nuestra actividad los clientes y empleados varones se mostraban reacios a la idea deque mujeres realizaran este tipo de tareas. Hoy, después de demostrar nuestra capacidad y el potencial que tenemos nos aceptan y la mayoría de las veces nos felicitan. Vemos un futuro con mucho más que igualdad de género, tanto en lo social como en lo laboral. Como mujeres, hoy por hoy no nos vemos en dificultades, ni tampoco disfrutamos de alguna ventaja”.